El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, advirtió ayer en el pabellón de deportes de Bilbao, ante unas 3.500 per onas, que quienes creen que el PSOE está dividido van a sufrir "una fuerte decepción" al comprobar que en el próximo congreso saldrá una organización "cohesionada en torno a su líder, Felipe". Guerra se desplazó a Bilbao para apoyar la candidatura de Ramón Jáuregui en los comicios del día 28. Guerra aseguró: "Los presos de ETA están aconsejando a sus familiares y amigos que no voten a Herri Batasuna". Junto a Guerra intervinieron anoche Ramón Rubial, presidente del PSOE, y Nicolás Redondo Terreros, hijo del líder de UGT.El número dos insistió en la solidez del PSOE, que se extiende 11 sin calvas" por España, pese a la animadversión de "algunos sectores sociales", a los que identificó como la derecha política, económica y de algunos medios de comunicación". "Los socialistas trabajan frente a una hostilidad y crueldad sin precedentes en una situación de Gobierno legítimo y mayoritariamente apoyado por la sociedad", dijo. Guerra auguró: "Tal y como están las cosas Felipe González presidirá el Gobierno una década más o quien sabe cuántos años más".
A pesar de que el mensaje es de conciliación, los oradores no pudieron evitar referirse a las dos comunidades vascas. Ramón Rubial dijo: "Este país ha estado dominado por una oligarquía que ha despreciado a quienes venían de fuera pero les explotaba de la forma más vil". Rubial recordó a las gentes de otras partes de España "que dejaron su vida para que Euskadi fuera libre".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de octubre de 1990