Más de la mitad de los 1.500 solicitantes del ingreso madrileño de integración (IMI), o salario social, en la región madrileña son mujeres con cargas familiares no compartidas, con un bajo nivel de formación y una actividad económica marginal, según informó ayer la consejera de Integración Social, Elena Vázquez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de enero de 1991