En el momento actual en que se debe cuidar al máximo la conservación de la naturaleza, es verdaderamente lamentable el estado en que se encuentran los pinares del Valle de Lozoya (totalmente invadidos por una plaga de oruga procesionaria).En el Puerto de la Morcuera, lindando con el Raso de los Gallegos, el 90%, de los pimpollos (pinos de pocos años) se encuentran en un estado lamentable y desde la misma carretera se puede comprobar el daño que han sufrido.
Confío que la Agencia de Medio Ambiente, responsable de dichos pinares, salvo los que son de propiedad particular y que han sido protegidos debidamente de la citada plaga, por medio de sus técnicas tome las medidas oportunas y se delimiten las responsabilidades que correspondan a quien ha dejado llegar a este extremo una situación que jamás debía haberse producido.- Mariano Arroyo Martín. Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de enero de 1991