El presidente de Lituania, Vitautas Lancisbergis, hizo ayer un llamamiento a la población de esta república del Báltico a defender el Parlamento, poco después de que una nutrida manifestación de promoscovitas asediara el recinto y lograra romper una de las puertas con el fin de ocuparlo. Los seguidores de Landsbergis organizaron inmediatamente una contramanifestación. La policía intervino con canones de agua para disolver a los manifestantes.Este clima de enfrentamiento nacional se producía mientras en una sesión parlamentaria la primera ministra lituana, Kazimiera Prunskiene, anunciaba la dimisión de su Gobierno. El envío de tropas soviéticas el lunes a Vilna, capital de Lituanla, incrementó la tensión existente.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de enero de 1991