Las compañías aéreas europeas han visto reducida su cifra de negocios en un 30% como media desde que se inició el conflicto del Golfo. Los países del sur de la CE, entre ellos España, son los más perjudicados por las cancelaciones de vuelos y anulaciones de reservas, que oscilan, según los casos, entre un 10% y un 40%. Ante esta situación, la CE está de acuerdo en autorizar medidas excepcionales.
El comisario Karel Van Miert, responsable de la política de transportes de la CE, analizó ayer en Bruselas la situación junto a los responsables de 12 compañías y de la Asociación de Líneas Aéreas Europeas (AEA). En representación de Iberia acudió a la reunión su presidente, Miguel Aguiló.El balance presentado por las compañías "es muy preocupante", según un portavoz de la Comisión Europea, porque "la crisis afecta a un sector con 500.000 empleos directos y otros tantos indirectos en Europa". Para paliar las medidas de ajuste necesarias, se baraja la concesión de ayudas directas y la subvenciones para la compra de carburante. Estas medidas serán analizadas por un grupo de trabajo constituido al efecto para evitar situaciones que afecten a la libre competencia.
Los efectos de la guerra del Golfo se producen tras una fase de expansión del transporte aéreo y en medio de la política de liberalización del sector emprendida por la Comunidad. Para España el impacto es muy superior al que registra Iberia, porque muchas de las cancelaciones son de vuelos charter que implican una renuncia a una estancia turística. De todas formas, la compañía de bandera anunció ayer nuevas suspensiones de trayectos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 1991