Los alumnos del instituto Miguel Servet de Carabanchel se dieron ayer un chapuzón imaginario en lo que denominan la chapuza del año: la nueva pista deportiva del centro, donde cada vez que llueve se hacen charcos de nueve metros cuadrados.
En el curso pasado, el Ministerio de Educación aprobó un crédito de 37,5 millones de pesetas para construir unas instalaciones deportivas en el patio del instituto y para ampliar la sala de usos múltiples. El consejo escolar del centro envió a finales de abril un escrito de protesta a la Unidad Técnica del Ministerio de Educación, a la que corresponde decidir si la obra se acepta como está o si se modifica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de junio de 1991