En EL PAÍS del sábado 18 de mayo, el señor Gregorio Marañón considera injustificable la actitud de ciertos intelectuales españoles por dos motivos fundamentales: su antiamericanismo y su pacifismo tercermundista.En la base de estos peligrosos sentimientos se halla, según el autor, un "marxismo de museo".
Es injustificable el antiamericanismo, piensa el señor Marañón, porque fue Estados Unidos el que acudió a liberar Europa (un poco tarde, por cierto) de la agresión hitleriana (no sé si olvida o quiere olvidar los más de veinte millones de muertos de la estalinista Unión Soviética durante la II Guerra Mundial en su lucha contra la Alemania nazi); porque fue Estados Unidos el que contribuyó a la recuperación económica de Europa tras la II Guerra Mundial (desinteresadamente, por supuesto), y por último, porque fue Estados Unidos el que defendió a la Europa libre del peligro comunista durante la guerra fría (¡qué pena queno demostrase el mismo amor a la libertad en su propio continente!). Pero yo creo que el señor Marañón olvida algunos méritos más de Estados Unidos. Y no quisiera dejar de mencionar el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki (para salvar vidas, americanas, of course), los bombardeos de napalm de Vietnam, la financiación de la Contra nicaragüense, el bombardeo de El Chorrillo o, ¿para qué extender más el currículo?, la serie (es algo así como el mito del eterno retorno) Falcon Crest.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de junio de 1991