La información en las catástrofes, ya sean naturales o tecnológicas, actúa como valor añadido a las mismas, ya sea como instrumento de prevención y previsión, ya como colaboración y coordinación en el momento del desastre o como factor de extensión del mismo.La importancia de la comunicación sobre la magnificación de los efectos de un desastre ha ido cobrando importancia históricamente hasta llegar al accidente químico de Seveso. Y quizá Chernóbil sea el punto álgido que lleva a los firmes compromisos internacionales de la información sobre los planes de emergencia.
En España se está trabajando desde hace años en esta línea con planes de emergencia que incluyen la información previa a la población (divulgación de folletos, vídeos, charlas, etcétera) durante (portavoz en cada caso) y después de la emergencia.
Como ejemplo podríamos citar el Plan de Vigilancia Meteorológica Mediterránea y Galerna (Previmet), Plan Básico de Emergencia Nuclear (Plaben), Penta (Tarragona), Penva (Valencia), Pengua (Guadalajara), Penca (Cáceres), Períbu (Burgos), Paso del Estrecho, Directriz Básica del Riesgo Químico, etcétera.
Y se ha ido más allá con la creación del Centro Europeo de Investigación de Técnicas de Información a la Población en Situaciones de Emergencia (CEISE), dependiente de la Dirección General de Protección Civil y único en Europa por su especialidad, que coadyuva con las conclusiones de sus investigaciones a la mejora de los planes de información de la Administración española y de los países integrantes del acuerdo parcial abierto para prevención de riesgos mayores del Consejo de Europa.
Eficacia y utilidad
La eficacia y utilidad de estos planes de emergencia e información tienen su mejor contrastación en la sensible disminución en los últimos años de victimización por desastres en un país que como España es sometido de forma periódica a riesgos naturales con una intensidad desconocida para la mayoría de países europeos y con un alto nivel de industrialización.En el último año, el CEISE ha estudiado lo que podríamos llamar variables de cualidad, tomando en muchas investigaciones en el peor de los casos y contrastando tendencias imperantes y arraigadas en el cuerpo social, así como aspectos culturales, antropológicos y estilos de vida respecto del riesgo, la información y los desastres.
La Dirección General de Protección Civil también está colaborando con distintas universidades (Alcalá de Henares, Politécnica de Valencia, la UNED de Denia) en cursos y seminarios sobre la información en caso de catástrofes, con la Finalidad de que los responsables de las distintas áreas de la Administración y de los medios de comunicación conozcan mejor las peculiaridades de] trabajo de cada grupo social. Se trata, pues, de crear foros de recíproco conocimiento sobre las características de esta información y las necesidades de la prensa para que el ciudadano esté mejor informado y entre todq.s consigamos un mayor control frente a los riesgos naturales y tecnológicos.
Andrés García Gómez es técnico superior en investigación sociológica de la Dirección General de Protección Civil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de junio de 1991