American Express (Amex) se encuentra en un momento delicado. Aprieta la coyuntura económica, la resaca de la crisis del Golfo Pérsico -Amex es sobre todo una tarjeta de alto nivel para ejecutivos en viaje- y la competencia. En España, Amex tiene alrededor de 270.000 titulares de tarjetas en sus diversas modalidades y más de 140.000 establecimientos asociados.Pero la tarjeta de élite por excelencia lo tiene duro. Visa, el gran competidor, mantiene 10,8 millones de tarjetas en circulación. en el país y declara 676.000 puntos en los que se acepta la tarjeta. Bien, es verdad que en tan elevada cifra incluye comerciantes, bancos y cajeros automáticos.
American Express niega que esté atravesando un momento crítico. Delicado sí, pero no crítico. Las dificultades -superadas en parte- de su filial Shearson Lehman y el fracaso en Estados Unidos de la denominada tarjeta óptima -tres millones de titulares-, lanzada hace cuatro años como respuesta a Visa y Master Card, han situado a American Express en una situación difícil. La firma neoyorquina de calificación Moody's ha anunciado una revisión a la baja de la calidad del crédito a largo plazo de American Express en un momento en que los emisores de tarjetas bancarias se plantean nuevas fórmulas para competir, entre ellas, la posibilidad de financiar compras a más largo plazo del habitual. Es un duelo al sol.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de noviembre de 1991