El presunto delincuente Pedro Pablo Ruiz, de 29 años, murió ayer en Manresa (Barcelona) cuanto intentaba robar en una farmacia con una escopeta. El propietario de la farmacia le hizo huir tras arrebatarle el arma. Perseguido por la policía, murió por disparos de los agentes, a los que amenazó con una pistola.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de marzo de 1992