El Consejo de Seguridad de la ONU ha entrado en rumbo de colisión frontal con Irak después de la negativa de Bagdad a destruir todas sus plantas de fabricación de misiles Scud, una de las condiciones impuestas a Sadam Husein tras su derrota militar de hace un año. El Consejo ha advertido de las "serias consecuencias" de esta negativa y se ha dado un plazo de dos semanas antes de tomar medidas.Los continuos regateos de Bagdad a las resoluciones de la ONU han acabado con la paciencia del Consejo, que, reunido para analizar el repudio iraquí a una misión de expertos en balística, ha optado por una condena con aire de ultimátum: si Bagdad no accede a cumplir las resoluciones de la ONU en un plazo de dos semanas deberá atenerse a serias consecuencias", que no han sido especifícadas.
Sadam Husein se reunió ayer conjuntamente con la cúpula política y militar iraquí para "discutir los últimos acontecimientos", según la agencia oficial INA. Página 3
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de marzo de 1992