El ex juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid, Ignacio Sánchez Yllera, pidió ayer que se respetase su silencio tras ratificar su sentimiento de dolor por el asesinato de la niña Olga Sangrador, presuntamente, a manos del recluso Manuel Valentín, al que había concedido el tercer grado de régimen penitenciario.Sánchez Yllera fue profusamente fotografiado en su toma de posesión como facultativo del Consejo General del Poder Judicial, cargo para el que fue designado con anterioridad a la tragedia de Villalón de Campos. El presidente del Consejo, Pascual Sala, volvió a salir en defensa del juez y comentó que la libertad del preso no fue hecha de "manera irreflexiva".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de julio de 1992