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LA FINANCIACIÓN DE LOS PARTIDOS

Un informe incompleto

La fiscalización de las cuentas del PSOE para determinar si en 1988 y 1989 fue financiado de forma irregular no sólo dividió la semana pasada al Tribunal de Cuentas en dos bloques, de cariz político -los miembros elegidos a propuestas del PSOE por un lado, y los del PP y el fiscal, por otro-, sino que ha desencadenado cinco votos particulares, es decir, alegaciones de desacuerdo, de otros tantos consejeros, representativos del PP, y también del fiscal jefe. El tribunal se compone de 12 consejeros (seis elegidos a propuesta del PSOE, cinco a propuesta del PP y uno consensuado entre ambos partidos), más el fiscal. El presidente, elegido a propuesta socialista, tiene voto de calidad.

J. G. I. / M. G. Las principales conclusiones de los cinco votos particulares son las siguientes:

Incumplimiento del encargo del Congreso. Los autores de los cinco votos particulares contra la aprobación del informe del Tribunal de Cuentas, coinciden en que éste no da cumplida respuesta a la petición hecha por el Congreso de los Diputados el 18 de junio de 1991. En esa fecha, la comisión Congreso-Senado para las relaciones con el Tribunal de Cuentas pidió al tribunal un informe que determinase si la contabilidad presentada por el PSOE se adecuaba a la normativa sobre financiación de partidos. En particular, se aludía a la presunta financiación irregular del partido por Filesa, Malesa, Time Sport y Distribuidora 2020.

Análisis no ajustado. Los consejeros que votaron en contra del informe aprobado la semana pasada resaltan que no se ha realizado un auténtico análisis de las relaciones económicas y de financiación entre el PSOE y las empresas sospechosas de sufragar irregularmente gastos de ese partido.

Información deficiente. Los consejeros integrantes del tribunal a propuesta del Partido Popular afirman que las indagaciones llevadas a cabo han tenido como único soporte la contabilidad oficial del PSOE. Aun así, según ellos, no existe certeza de que todos los servicios prestados, a este partido en campaña electoral o en su actividad ordinaria sean únicamente los que el informe refleja como pagados por el PSOE. Incluso no han quedado acreditados, según ellos, estos pagos de forma incuestionable, al faltar detalles de importes, entidades financieras intervinientes y medios de pago.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de julio de 1992