La verdad es que comienzo a tomar conciencia de cuándo un país funciona bien. A mis 20 años me precio de ser una persona con la mente abierta, ya que comienzo, también, a admitir cosas que antes me hubiera costado aceptar como buenas. Tal vez me esté volviendo un tanto conservador... Me parece bien que la pensión que recibe un jubilado sea insuficiente; está bien que un sueldo del paro de 42.000 pesetas haya de mantener a cuatro personas; está muy bien que bajen los jornales y suban los impuestos para los obreros; está mejor aún que los señores ministros disfruten de aumentos en sus sueldos, que no en sus jornadas; encuentro muy bien la pensión vitalicia para el presidente, quien nos recuerda así los viejos tiempos; está bien eso de la mili obligada y el palo para los insumisos, por vagos; muy bien eso de pactar con los empresarios y obligar a los empleados; me gusta eso de hacer caso omiso de las voces del pueblo, al fin y al cabo ya deberían de haberse acostumbrado; está muy bienPasa a la página siguiente
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de julio de 1992