Uno de cada tres médicos de la sanidad privada en el País Vasco, posibles propietarios de instalaciones de rayos X, no ha respondido al requerimiento de información formulado por el Departamento de Sanidad, Osakidetza, con el objetivo de hacer el primer censo de aparatos radiactivos. Después del plan de mejora puesto en marcha en la sanidad pública, el Gobierno vasco está decidido a intervenir en el sector privado al existir "indicios racionales de que algunas instalaciones son obsoletas".
De las 750 cartas certificadas, con acuse de recibo, remitidas a consultas y clínicas privadas, tan sólo algunas más de 500 han respondido. En el resto del Estado, el Ministerio de Sanidad sólo ha realizado un censo de las instalaciones del Insalud, sin entrar en los aparatos de las consultas y clínicas ajenas a la red pública.
Fernando Almeida, responsable del departamento de protección radiológica de Osakidetza entiende que "no es aventurado decir que existen equipamientos veteranos, si no obsoletos, y probablemente estén acompañados de métodos de trabajo no del todo acertados en algunos casos". La elaboración del censo de instalaciones radiológicas privadas continuará con un segundo requerimiento de más información y se complementará con cursos para optimizar su uso, probablemente del Consejo de Seguridad Nuclear.
Almeida explicó ayer que en algunos casos "se pueden estar generando unos riesgos que, aunque sean pequeños, están injustificados." Se trata de que, una vez realizado el censo, podamos garantizar la opacidad de todas las habitaciones con este tipo de aparatos". Muchas consultas están instaladas en pisos en los que no se han hecho reformas para garantizar que los haces de rayos X no pasen a los vecinos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1992