El crecimiento de la economía española en 1992 ha sido el más bajo de los últimos diez años, según el análisis efectuado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que pronostica que el ejercicio próximo será "ligeramente inferior".El presidente del Consejo, Guillermo de la Dehesa, explicó, durante la presentación oficial del estudio, que "en el último trimestre del año ese crecimiento fue prácticamente nulo", y vaticinó que "este descenso tocará fondo a mediados de año y comenzará un repunte en la parte final de 1993".
De la Dehesa destacó, como notas más características del ejercicio económico de 1992, el debilitamiento de la inversión, el deterioro del consumo, el incremento del paro y el aumento del endeudamiento de las familias. Por sectores, reseñó la caída de la actividad sufrida por la construcción (entre un 3% y un 4%), así como el mal año de la agricultura -sobre todo de los cereales-, y la pesca. Respecto a la industria, el presidente del Consejo de Cámaras señaló que "ha registrado un ejercicio peor que el pasado, aunque mantendrá un leve crecimiento". únicamente el sector de servicios registró un incremento significativo, si bien con ligeros síntomas de desaceleración.
Las previsiones de recuperación para 1993 tendrán, según De la Dehesa, como principal impulsor al sector exterior. Además, confía en que un descenso de los tipos de interés actúe como segundo motor de esta reactivación. En su opinión, las expectativas para que Alemania baje los tipos crecerán a lo largo del año, especialmente tras las elecciones francesas, que se celebrarán en marzo. Y si Alemania adopta esa decisión, España podría hacerlo también. "No es lógico que, con el diferencial de inflación existente entre los dos países, continúe el actual diferencial de tipos. La prima de riesgo de la moneda española tras las dos recientes devaluaciones es excesivo", señaló.
No obstante, De la Dehesa hizo especial hincapié en el efecto de los incrementos salariales sobre la competitividad de las empresas. El presidente del Consejo de Cámaras se mostró partidario de la fórmula que seguirá la patronal en la próxima negociación colectiva. La propuesta de la CEOE consiste en que las empresas directamente expuestas a la competencia exterior fijen el incremento de las rentas salariales globales en un 2,3%.
De la Dehesa rechazó, con lo mismos argumentos que la patronal, el nuevo proyecto de ley de huelga. "Es incomprensible el cambio legislativo que se ha producido", concluyó.
Sin embargo, se desmarcó hábilmente de la concentración protesta de los empresarios prevista para el mes de febrero. Su argumento fue que, aunque tanto en la CEOE como en las Cámaras están representados los mismos empresarios, la patronal es la que articula estas protestas "El Consejo de Cámaras tiene como principal cometido ser un instrumento de consulta legislativa", precisó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de enero de 1993