El urbanista Arturo Soria (Madrid, 1844-1920) acaba de subir al pedestal en su calle, junto al puente de la Cea (nombre que recuerda los estudios de cine desaparecidos en los sesenta), cerca de unas esculturas de animales congelados. Con el cambio de año, el Ayuntamiento se acordó del centenario del proyecto de Ciudad Lineal, un modelo de expansión urbana que distribuía en una cinta sinfín los transportes, estanques, jardines y servicios municipales, junto con los edificios y zonas verdes. "A cada familia, una casa. En cada casa, una huerta y un jardín" era la propuesta utópica que sigue gritando Arturo Soria, ahora entre autobuses y coches.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de enero de 1993