Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

El coronel Ayuso admite que dejó libre a una traficante tras pedírselo la policía

El coronel Arsenio Ayuso, ex jefe del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, reconoció ayer ante el juez Baltasar Garzón que la presunta narcotraficante Ana María Rodríguez Farfay fue puesta en libertad después de que así lo pidiera el Cuerpo Nacional de Policía, para el que ésta actuaba como confidente. Emilio Rodríguez Menéndez, defensor del guardia arrepentido Vicente Domínguez, opina que la actuación de Ayuso constituye un delito de prevaricación [dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es].

El juez Garzón continúa investigando las presuntas irregularidades cometidas durante los, últimos cuatro años por la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga de la Guardia Civil (UCIFA). Ayer declaró durante tres horas el coronel Ayuso, ex responsable de dicha unidad, que hoy, miércoles, deberá volver a la Audiencia Nacional para seguir prestando testimonio en calidad de inculpado.

En la operación en la que fue arrestada Ana María Rodríguez Farfay, en diciembre de 1988, la Guardia Civil decomisó inicialmente 620 gramos de cocaína en Motilla del Palancar (Cuenca) y posteriormente otros 400 gramos en su piso de la calle de Cochabamba de Madrid. Pese a eso, la supuesta narcotraficante quedó en libertad después de que el grupo de Delincuencia Internacional de la policía pidiera a la UCIFA que "congelase" el asunto, ya que este grupo estaba investigando otro asunto más importante en el que dicha mujer era una pieza importante.

Garzón también interrogó a Ayuso sobre otras cinco operaciones realizadas por sus subordinados -en alguna de las cuales se pagó presuntamente con droga a los confidentes-, pero el coronel "sorprendentemente se limitó a responder que no sabía nada", según el abogado Rodríguez Menéndez. Francisco Escobar, defensor de Ayuso, replicó que éste era el jefe superior y no podía conocer lo que sucedía en cada momento.

Una de las operaciones se refiere a las pruebas falsas montadas para poder inculpar por narcotráfico a unos guardias civiles de Pamplona, en 1988.

Coronel destituido

Por otro lado, el coronel médico Mariano Remartínez, que llamó "cagapoquito, cipote y chupaligas" al diputado melillense Jorge Hernández Mollar, del PP, ha sido destituido por el Ministerio de Defensa de su destino como director accidental del Hospital Militar de Melilla, informa . El militar, que estaba estudiando los cursos para ascender a general, publicó hace unos meses una carta en la prensa en la que vertía tales calificativos contra el diputado a raíz de una pregunta que éste formuló a Defensa en torno a los méritos para que el coronel médico especialista fuese director del hospital militar.Remartínez entendió - que el diputado melillense había cuestionado su capacitación profesional y lamentó haberle votado en las últimas elecciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1993