El Juzgado número 2 de Majadahonda tomó ayer declaración a dos testigos presenciales de la muerte a puñaladas del marroquí Mohamed Bouzen, ocurrida el día. Fátima y Aicha Chiti, que residían en la vivienda coincidieron en relatar que el fallecido y su mujer intentaron calmar a los presuntos asesinos, que des de detrás de la puerta les amena zaban de muerte.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de enero de 1993