Los municipios del noroeste de la región que no tienen chabolas de inmigrantes magrebíes, como Villanueva de la Cañada, Las Rozas o Villaviciosa de Odón, se han comprometido a instalar barracones para alojar temporalmente a estas personas. Este fue el acuerdo alcanzado ayer entre ediles y concejales de once localidades y la consejera de Integración Social, Elena Vázquez.Los ayuntamientos más afectados por el problema, Boadilla del Monte, Villanueva del Pardillo y Majadahonda, habían solicitado en repetidas ocasiones la colaboración de las otras localidades.
Ahora, los 15 albergues prefabricados cedidos por la Comunidad, cada uno formado por dos módulos y con 16 plazas, se repartirán entre 11 municipios: Boadilla del Monte, Fresnedillas, Majadahonda, Navalagamella, Pozuelo, Quijorna, Las Rozas, Valdemorillo, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo y Villaviciosa de Odón.
Todos los ayuntamientos aseguran disponer de terrenos cercanos al casco urbano para asentar los sankis, y la Comunidad cuenta ya con los 15 casetones y con un crédito de la Consejería de Coorperación para aportar los 90 millones de pesetas que cuesta la instalación.
Ahora falta repartir los barracones entre todos los municipios y elaborar la lista de inmigrantes que accederán a ellos.
Cada prefabricado, con 116 metros cuadrados de superficie, está formado por dos módulos unidos entre sí, con ocho plazas de litera cada uno, cocina, servicios y una sala común. Los inmigrantes podrán permanecer en ellos un máximo de dos años y pagarán unas 15.000 pesetas al mes.
Elena Vázquez explica que "el plan no va dirigido a familias sino a hombres sólos de entre 18 y 35 años que- son mayoría en estas localidades". "Quieren ahorrar para enviar dinero a Marruecos, pero deben asumir que aquí no se puede estar viviendo en una chabola" añade.
Con estos sankis se crearán 240 plazas para dormir bajo un techo que no es de cartón. El problema radica en que no existe unanimidad en el censo de inmigrantes que malviven en infraviviendas en estos municipios.
La Comunidad maneja las cifras aportadas por la delegación diocesana de inmigración (ASTI), que estima en unos 1.500 el número de magrebíes que habitan en estos pueblos, unos 400 en chamizos. Pero el Ayuntamiento de Boadilla del Monte calcula esa misma cantidad sólo en su municipio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de marzo de 1993