El presidente Hosni Mubarak ha decidido tomar sin vacilaciones las armas contra la guerrilla integrista islámica que opera en Egipto, y ayer su Ejército y las fuerzas de seguridad acabaron con la vida de al menos 10 extremistas parapetados en Asiut, una zona del centro del país en la que han venido operando con relativa facilidad. La operación no fue sencilla y estuvo precedida de una noche de intensos combates en la que, al parecer, perdieron la vida dos policías.En lo que va de mes han muerto 28 integristas.
La marea integrista, sin embargo, no se circunscribe tan sólo a Egipto, donde el turismo, la principal industria del país, ha sufrido un acoso sistemático de los comandos fundamentalistas. En Argelia, guerrilleros integristas acabaron ayer con la vida de Laadi Flisi, miembro del Consejo Consultivo Nacional (CCN), órgano que sustituye al Parlamento.
Ayer fue enterrado en la capital argelina el ex ministro de Educación Nacional Djilali Liabes, también asesinado a tiros por efectivos de otro comando integrista. En el entierro se escucharon vítores tanto a la democracia argelina, seriamente amenazada por el Frente Islámico de Salvación (FIS), como al Ejército. El de ayer fue el quinto atentado que se produce durante los últimos días contra destacados políticos argelinos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de marzo de 1993