La actriz Kim Basinger ha sido condenada a pagar 1.000 millones de pesetas por negarse a intervenir en una película que, según ella, tenía escenas de sexo gratuitas y en la que se había comprometido a intervenir sólo verbalmente. La productora Main Line Pictures acusó a Basinger, de 38 años, de incumpliento de contrato por negarse a protagonizar en 1991 Boxin Helena, todavía no estrenada, cuando faltaban sólo cuatro semanas para comenzar el rodaje. Aunque la actriz alegó en su defensa que no había firmado contrato alguno, en Hollywood es corriente que los acuerdos verbales gocen de garantías. Kim Basinger ha anunciado que sus abogados apelarán la decisión del jurado por considerar que estaba de antemano en su contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de marzo de 1993