Las obras de un aparcamiento junto al colegio León Felipe de Móstoles (190.000 habitantes) han originado varios socavones de gran profundidad y el corrimiento de las tierras en el patio de juegos del centro escolar. Los padres han denunciado judicialmente por desidia al Ayuntamiento y a la constructora del estacionamiento, Proasa, y han prohibido a los niños que utilicen el patio mientras prosiguen las obras.
El Ayuntamiento asegura que los derrumbamientos se han registrado porque bajo el colegio había terrenos sin compactar. "Al hacer la excavación se ha producido una descompresión del terreno, agravada con las lluvias", explica José Luis Jiménez, coordinador de urbanismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de marzo de 1993