Los señores de la guerra somalíes alcanzaron ayer en la capital etíope, Addis Abeba, un acuerdo para formar un Gobierno provisional y desarmar a sus combatientes de forma simultánea."Nunca jamás volverán los somalíes a sufrir tragedias como la del reciente pasado", aseguró Mohamed Farah Aidid, líder de uno de los dos grandes grupos enfrentados en la guerra civil en la sesión de clausura de las conversaciones entre los dirigentes de casi todas las facciones, 15 en total, que concluyeron en la formación de un Consejo Nacional Transitorio de corte federal. En este organismo estará representado todo el país excepto Somalilandia, zona que se proclamó república autónoma al comienzo del conflicto, en 1991.
El gran rival y enemigo de Aidid, Alí Malidi Mohamed, recibió también con júbilo el compromiso alcanzado, que consideró "una victoria para Somalia". "Tenemos que dejar atrás los negros tiempos de los asesinatos y las matanzas y trabajar por la reconciliación y la cura de las heridas" señaló.
La ONU se mostró más cauta, en vísperas de desplegar 30.000 cascos azules para relevar a los norteamericanos que llegaron a finales de 1992. "Hay que esperar a los detalles y a comprobar si se mantiene este espíritu de cooperación", dijo un portavoz de la organización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de marzo de 1993