Alrededor de un millar de inmigrantes ocuparon ayer las calles del centro de Madrid para protestar por las condiciones de vida que sufren a causa de la ley de extranjería.Entre los manifestantes abundaban súbditos magrebíes, dominicanos y peruanos, que recorrieron Atocha y Tirso de Molina lanzando gritos en demanda de más medidas sociales que policiales.
Manuel Zaguirre, secretario de la Unión Sindical Obrera, solicitó una nueva ley de extranjería que no fomente el racismo y reclamó un nuevo orden económico mundial para que estas personas no emigren de sus países de origen.
Los concentrados pidieron en la marcha la regularización de los extranjeros ilegales y permisos de larga duración. También demandaron medidas que favorezcan la integración, como el acceso a una vivienda digna, contratos de trabajo, salarios justos, acceso a los servicios de salud y mejores prestaciones sociales.
Entre los magrebíes concentrados se oyeron fuertes críticas contra el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, por no contar con ellos a la hora de emprender un plan de construcción de módulos para los inmigrantes que residen en la zona oeste de la región.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de marzo de 1993