Miguel Cauchet, piloto compañero de Carlos Corpiña, indicó que el accidente pudo originarse al desprenderse un ala. "Al quebrarse un borde se pudo oír ese gran estruendo que dicen los vecinos, pero posteriormente el aparato no explotó", indicó este aviador.Otros pilotos afirmaban anoche que esa hipótesis, aunque probable, se daba en muy raras ocasiones, ya que estos aparatos se revisan cada 50 horas de vuelo.
Para los vecinos de la zona, la causa era lo que menos importaba. Ellos temían un accidente semejante tarde o temprano. Algunos residentes de las urbanizaciones Coimbra y Guadarrama de Móstoles manifestaron que en más de una ocasión habían tenido miedo al ver cómo las avionetas pasaban a escasos metros del suelo.
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Los vecinos añadieron que temían que algún día se estrellara alguna avioneta porque en ocasiones además realizaban pericias peligrosas. Por su parte, algunos de los pilotos que utilizan este campo de vuelo aseguraron que no se comete ninguna barbaridad durante la tripulación de un avión. Además, aseguraron que esta zona de Móstoles es ideal para campos de vuelo y que es ilógico pensar en que se dedican a cometer imprudencias en sus navegaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de marzo de 1993