Al mediodía de ayer con la resaca de una noche de jolgorio, la directiva del Barcelona, el Ayuntamiento y la Generalitat de Cataluña decidieron suspender todos los actos lúdicos programados para festejar, el título de Liga en señal de respeto por las víctimas del atentado de. Madrid. La tradicional visita a la basílica de la Mercé no se supendió al ser un acto de carácter religioso. A pesar de las recomendaciones de las autoridades, los campeones congregaron a cientos de aficionados en los alrededores de la iglesia."No hubiera sido lógico que la alegría barcelonista se desbordara tras los tristes hechos de Madrid", dijo el vicepresidente Nicolau Casaus. "La suspensión de la fiesta es una decisión tomada para unirnos al dolor de las familias de las víctimas", añadió.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de junio de 1993