"Mucho dolor y mucha crispación". Con estas palabras definía ayer un jefe militar el ánimo dominante en el Estado Mayor Conjunto (Emacon), donde trabajaban cinco de los seis militares asesinados. Nadie sabía con certeza, en los primeros momentos, quién iba y quién no en la mortal furgoneta. Las casas de los ausentes fueron visitadas para comprobar su paradero. "Lo peor", confesaba otro mando milítar, "es que [los etarras] no tienen miedo. Saben que no les pasa nada.El Emacon es el principal órgano de apoyo del jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) y máximo responsable militar, general José Rodrigo. En su cuartel de Vitruvio trabajan 300 militares de los tres ejércitos, por lo que todos se conocen entre sí. Allí estaban destinados los tenientes coroneles Fidel Dávila, Javier Baro y José Alberto Carretero, en operaciones; el capitán de fragata Domingo Olivo, en logística, y el sargento Manuel Calvo, en telecomunicaciones . y guerra electrónica.
El Rey tenía previsto presidir esta mañana la clausura del curso académico del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), donde estaba destinado el teniente coronel Juan Romero Álvarez. El acto ha quedado suspendido.
El Ceseden y el Emacon están a las órdenes directas del general Rodrigo, quien ayer acusó el asesinato como un golpe personal. En febrero de. 1992, cuando Rodrigo era capitán general de Madrid, ETA asesinó a cuatro militares y un civil destinados en la Capitanía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de junio de 1993