Los seis militares y el civil que viajaban a bordo de la furgoneta objeto del atentado de ETA pasaron de la vida a la muerte en el mismo segundo en que los terroristas hicieron estallar el coche bomba. Así quedó el vehículo en el que se dirigían al Estado Mayor de la Defensa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de junio de 1993