Las 4.200 toneladas de aceite de colza que permanecían almacenadas en Santander como prueba de la intoxicación que afectó a 25.000 personas -de las que unas 600 perdieron la vida- han sido trasladadas en barco a Almería, con absoluta discreción. Las autoridades regionales, que no fueron informadas de la operación hasta dos semanas después de consumada, ven resuelta así una vieja inquietud.El buque Metilo, de la naviera química estatal Emgrisa, fue el encargado del transporte, el pasado día 12 de junio, aunque la noticia no trascendió hasta que ayer la difundieron los periódicos regionales. El aceite de colza llevaba almacenado siete años por orden judicial al pretender retener el producto como prueba mientras se sustanciaba el larguísimo proceso. En la primavera de 1992 las autoridades cántabras, tras dictarse la sentencia que condenaba a los culpables de la comercialización por los estragos humanos producidos, consideraron llegado el momento de sacar el aceite del puerto por razones de seguridad ecológica y pidieron su retirada. Anteriormente, ya se había intentado infructuosamente reducir a 1.500 las toneladas almacenadas, pero el juez se opuso.
Se cree que el aceite será enviado desde Almería a Dinamarca para su combustión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 1993