El Parlamento ruso aprobó ayer una resolución para imponer sanciones a Estonia por las "violaciones de los derechos humanos" en el territorio de esta república báltica. El legislativo ruso dió dos semanas de plazo al Gobierno para presentar un conjunto de medidas de presión, entre las que se incluya la "total interrupción" de la retirada de las tropas rusas de Estonia.Según la resolución parlamentaria, el Gobierno ruso debe informar a las organizaciones internacionales y a los países miembros de la "política discriminadora" de Tallin en relación a las minorías nacionales. Las leyes sobre elecciones locales y sobre extranjería, promulgadas por Estonia, afectan los intereses de centenares de miles de rusos que residen permanentemente en Estonia y, por lo tanto, no pueden considerarse como un asunto interno, en opinión de Moscú.
El presidente de Estonia, Lennart Meri, ha congelado la entrada en vigor de la ley de extranjería hasta que sea aprobada por los expertos internacionales.
El portavoz del ministro de Justicia de Estonia ha calificado de "inconstitucional" el referéndum planeado por las autoridades municipales de Narva para decidir sobre la autonomía de la ciudad, centro de la oposición rusa al Gobierno de Tallin.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 1993