El Gobierno alemán rechazó ayer con firmeza las críticas provocadas por la visita a Alemania del jefe de los servicios secretos iraníes y señaló que seguirá manteniendo entrevistas que conciernen a "asuntos humanitarios". El Gobierno de Bonn responde así a una nota de protesta del Ministerio británico de Asuntos Exteriores. A la queja se sumaron las autoridades estadounidenses, en una inusual crítica pública a la actitud alemana.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 1993