pero no de nocheUna patrulla de la Policía Municipal permanece a diario junto al asentamiento. Pero se van por la noche y la oscuridad es aprovechada para levantar los nuevos chamizos. El Ayuntamiento culpa a la Delegación del Gobierno. "Nos prometieron que la Policía Nacional iba a colaborar, pero no lo hacen" aseguran. Representantes institucionales y de entidades ciudadanas acusan a la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (Atime) de instigar a los habitantes de Peña Grande para que no abandonen sus casetas si no les conceden vivienda gratis a todos.
Esta agrupación niega las acusaciones. "Nosotros decimos que los alquileres avalados no son solución para todos y por eso proponemos una fase transitoria en prefabricados", explican. "Lo que da lugar a todo tipo de especulaciones es prometer un plan de actuación y no cumplirlo" añaden.
El Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno acordaron realojar a las primeras 60 familias en junio. Treinta irían a pisos privados de alquiler con avales oficiales. Otros 30, a viviendas públicas.
El Ayuntamiento ofreció 14 pisos. Pero la Comunidad se negó a aportar viviendas sociales diciendo que "supondría un agravio para los españoles sin casa". Esta respuesta rompió la baraja.
Los vecinos de los pisos y chalés cercanos al poblado de Peña Grande ven aumentar su preocupación día a día. A pocos metros de sus ventanas crece un colectivo con unas condiciones de vida infrahumanas que puede convertírse en una bomba de relojería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 1993