Una canasta de Jacques Stas a tres segundos de la conclusión supuso la derrota del Real Madrid ante el Racing de Malinas, belga, en cuya pista acusó el cansancio de un calendario muy apretado e hizo un mal partido, lo que le puede costar caro para su clasificación.Clifford Luyk, el entrenador del equipo blanco, encomendó a Ismael Santos la vigilancia del mejor atacante del conjunto rival, el estadounidense Bill Varner, una responsalibilidad que el escolta gallego ya ha asumido en otros compromisos, como le ocurrió en la pasada campaña en Bolonia, cuando controló perfectamente al serbio Pedrag Dan¡lovic.
Pero el equipo español adoleció de concentración y el belga apuró al máximo sy juego porque sabe que todas sus bazas en la Liga europea están en los encuentros que dispute como local.
Por eso, el control inicial del tanteador correspondió al Racing y Santos fracasaba en la misión que le habían encargado, a lo que se sumaban la segunda falta personal de José Miguel Antúnez, las estrecheces del pabellón y la dureza del suelo, un auténtico calvario para unos jugadores que han disputado siete partidos en 14 días.
El Madrid enderezó las cosas (23-25, m. 16) gracias a las incorporaciones de José Cargol, eficaz en la persecución de Varner, y del estadounidense Joe Arlauckas, el máximo encestador al final de la primera mitad con 14 puntos, y a la dirección de José Lasa.
Sin embargo, el Racing conservaba sus aspiraciones al descanso (32-34). Luego, regresó a la cancha con el cargador lleno y en cuatro minutos ya tenía una renta de ocho puntos (47-39). De ahí al final, con trabajo, el Madrid acortó y se puso por delante (76-77, con 37 segundos por delante. Pero Stas acertó en última instancia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de noviembre de 1993