En la noche del martes volvieron a cobrar vida las llamas que durante una semana abrasaron el sur de California. Las colinas de Malibú, que esconden entre su arboleda las mansiones de numerosas estrellas de Hollywood, fueron pasto de llamas gigantescas que más de 1.000 bomberos trataban inútilmente de vencer. Las casas de Sean Penn y Bruce Willis, al igual que otras 200 lujosas residencias de Malibú, han sido reducidas acenizas. , Hubo un muerto y 20 heridos, entre éstos el guionista y director británico Duncan Gibbins, quien sufrió quemaduras graves cuando trataba de salvar a su gato. Unas 2.000 personas fueron evacuadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de noviembre de 1993