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Fotonoticia:

Castañas para la discordia

Concepción Juárez, de 45 años, espera que alguien le saque las castañas del fuego. Esta viuda y madre de seis hijos -dos yonquis, una madre soltera y un niño tuberculoso- emprendió ayer, pese a la lluvia, su particular protesta: sentarse junto a su antiguo puesto de castañas de la plaza de España (en la fotografía) a la espera de que el Ayuntamiento de Madrid se lo devuelva. Los nuevos titulares -padre e hijo, ambos en paro- la miraban sin poder evitar cierto resquemor. "Esto nos los ha dado el Ayuntamiento, y ellos dirán, porque nosotros también estamos mal", decía el padre mientras vendía a 200 pesetas calientes docenas de castañas. Para Concepción, quizá, demasiado oscuras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de noviembre de 1993