La joyería Tomás Alonso, en Malasaña, fue asaltada este domingo por la noche por el procedimiento del butrón. Es la segunda vez en menos de 15 días que el establecimiento es desvalijado por este sistema. En la primera, los ladrones se llevaron dos millones de pesetas en porcelanas y platería. El pasado domingo se apoderaron de relojes por valor de cuatro millones de pesetas. Los butroneros entraron en ambas ocasiones por la pared de una panadería contigua a la joyería, ubicada en la Corredera Alta de San Pablo, 12. Para practicar el butrón emplearon una taladradora. El orificio de entrada mide un metro de diámetro. El dueño de la joyería mostró su enfado por la "sensación de inseguridad". "Es que son los mismos", indicó. En los dos butrones sonó la alarma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de noviembre de 1993