El juez único del Comité de Competición de la Federación de Fútbol de Madrid (FFM), José Antonio Cabezudo, ha sancionado con dos meses de suspensión por incumplimiento de sus responsabilidades al delegado del equipo juvenil del Atlético de Madrid, Julián Caballero. Éste cerró con llave el vestuario del árbitro, que tuvo que tirar la puerta abajo para recuperar su ropa. El comité incluye entre las causas de la suspensión las coacciones y amenazas que profirió el delegado, y además le multa con 12.000 pesetas.Todo ocurrió al Final del encuentro entre el Atlético de Madrid y Real Madrid B de la Liga Nacional Juvenil, una especie de Segunda División de esa categoría, que se celebró el penúltimo fin de semana de octubre. El resultado final, 0-3 a favor del Real Madrid, no contentó demasiado al delegado rojiblanco, que se fue del campo del colegio Amorós con las llaves de la puerta del vestuario de los árbitros en el bolsillo.
El árbitro José Antonio González tuvo que derribar la puerta del vestuario para poder recuperar su ropa, faena en la que le ayudó un directivo atlético.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de noviembre de 1993