Libia calificó ayer de "imperialista" la resolución adoptada la víspera por el Consejo de Seguridad de la ONU que refuerza las sanciones impuestas en 1992 contra el régimen de Muammar el Gaddafi. La organización internacional acusa a Trípoli de negarse a entregar a los dos ciudadanos libios sospechosos de haber planeado el atentado contra un avión de la Pan Am que cayó sobre la localidad escocesa de Lockerbie en 1988 provocando 270 muertos. Pero al tiempo que condenaba las nuevas medidas de la ONU, que entrarán en vigor el próximo 1 de diciembre y prevén, entre otros, la congelación de los fondos libios en el extranjero, el Gobierno de Trípoli reafirmó que seguía instando a los dos sospechosos a que se presenten ante un eventual juicio contra ellos si se celebra en Escocia."El mundo entero se da cuenta de que esa resolución es injusta y de que las potencias colonialistas están detrás de esa resolución del Consejo de Seguridad, que se ha convertido en un instrumento en manos de esas potencias" aseguré ayer la agencia oficial libia, Jana, que aludía al daño que las sanciones infligirán a la población.
Expertos económicos, sin embargo, consideran que las nuevas sanciones, que extienden, el embargo al material para la industria petrolífera, pero no impiden la exportación de crudo por parte de Libia, no parecen suficientes para obligar a Trípoli a dar su brazo a torcer. La venta de hidrocarburos asegura a Libia ingresos anuales de unos 10.000 millones de dólares (más de 1,3 billones de pesetas).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de noviembre de 1993