Al margen de las actuaciones en autovías, el capítulo de inversiones destinadas al ámbito urbano o periurbano no es nada desdeñable. Barcelona, Valencia y Madrid, por este orden, se llevan la mejor parte.De los 31.000 millones de pesetas previstos para Cataluña, más del 30% se los quedará Barcelona. El ministerio debe saldar aún deudas de obras no ejecutadas en Barcelona y comprometidas con ocasión de los Juegos Olímpicos del año pasado, que permitieron abordar la transformación de la ciudad. Aun así, la capital catalana se va a ver doblemente beneficiada.
Se abordará la ejecución del llamado IV Cinturón o autovía orbital, que permitirá al tráfico de paso hacia o desde la frontera eludir la entrada a la capital catalana. En el círculo próximo a la ciudad. se va a ejecutar la segunda fase de la llamada pata sur de la Ronda de Dalt, con un presupuesto de 8.000 millones.
También se abordarán :otros proyectos importantes como la autovía del Baix Llobregat, la mejora de las calzadas laterales y la supresión de los semáforos de la autopista A-7 (antigua B-30) en el tramo Papiol-Mollet -proyecto que ya se encuentra en obras- y la conexión de la N-Il y la A-19, entre otras actuaciones de gran envergadura que rematan flecos pendientes de actuaciones anteriores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de noviembre de 1993