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"El que compre las torres está loco"

Francisco Herrera, portavoz de Izquierda Unida, tiene la opinión más radical sobre el futuro de las torres KIO: "Lo mejor es derribarlas, quién se quede con ellas va a perder mucho dinero en los próximos años". Herrera pidió a sus compañeros de partido que están en el consejo de Administración de Cajamadrid que rechazaran la posible compra de las torres. Así lo hicieron, pero el bloque PP-PSOE sacó adelante la propuesta. "La entidad debe justificar su fracaso al dar créditos. Y es posible que ahora Cajamadrid quiera comprar para justificar en sus libros de contabilidad que la operación no fue un fracaso". Y concluye: "Quien compre está loco. El mercado de oficinas lujosas está saturado".Los antiguos colaboradores de KIO no piensan lo mismo: "La empresa que alquile en las torres hará un gran negocio. El precio no será muy elevado y, sin embargo, estarán en la mejor zona de Madrid. Y podrán vender imagen". Juan Barranco, portavoz socialista en el Ayuntamiento, opina lo mismo: "Las torres acabarán siendo uno de los símbolos de Madrid y, aunque hay una sobreoferta de oficinas, el que quiera dar imagen alquilará en la Plaza de Castilla". A Enrique Villoria, concejal de Obras del Ayuntamiento, el edificio no le gusta, aunque asegura que toda la operación urbanística fue impecable y se cumplió escrupulosamente la legalidad. Sobre los rascacielos, reflexiona: "A mí no me hace feliz, desde el punto de vista arquitectónico, pero los autores quisieron darle originalidad y las inclinaron. El tratamiento exterior me parece muy duro, con esas nervaduras tan resaltadas...".

KIO pagó 21.000 millones de pesetas por cinco parcelas ubicadas en la Plaza de Castilla. Intentó rentabilizar estos terrenos vendiendo las dos fincas destinadas a uso residencial en 17.800 millones. Pero los primeros síntomas de recesión ahuyentaron a posibles interesados. Al final, cambió una de ellas por terrenos para oficinas en Arroyo de la Vega (Alcobendas), propiedad de Vallehermoso. La otra, se la vendió a Puerta Noble, especializada en instalaciones hoteleras, para que construyera un bloque de apartamentos de lujo que está a punto de inaugurarse.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de noviembre de 1993