El escritor Raúl Guerra Garrido ha ambientado su última historia en la Antártida. El síndrome de Scott, que será publicada a finales de mes por Espasa-Calpe, es una novela negra en el continente blanco. Una trama de espionaje y ciencia que se desarrolla en la base de EE UU en la Antártida, con muertos y un ecologista de Greenpeace infiltrado, entre hielos y pingüinos.
El relato literario se apoya la base científica. Según explica el autor, el libro es una mezcla de dos tramas: la investigación sobre el agujero en la capa de ozono y la angustía de un científico por publicar el primero los datos que ya ha confirmado; y, por otro lado, las intrigas y muertes en una expedición internacional de la Unesco que quiere hacer de la Antártida una tierra de paz y cooperación.
A la hora de describir en pocas palabras la impresión de la Antártida, Guerra Garrido prefiere parafrasear a Milton en vez de recurrir al ingenio propio: "Todo es desolación, y. lo demás hielo profundo". Pero en El síndrome de Scott también hay una frase redonda: "Ningún otro mundo podía ser más hostil para la vida ni más hospitalario para la inteligencia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de noviembre de 1993