La Conferencia Europea de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), que concluyó ayer en Londres su decimoquinta asamblea, decidió recomendar a sus afiliados que en las próximas elecciones al Parlamento Europeo sólo voten a partidos que incluyan en sus programas los derechos de los homosexuales.
La conferencia, parcialmente subvencionada por la Comunidad Europea, reunió a 200 representantes de 29 países del continente. También contó con apoyo económico de la Fundación Wellcome, sociedad dependiente de los laboratorios que fabrican el medicamento AZT, utilizado en el tratamiento del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
La ILGA condenó la persistencia de la represión contra la homosexualidad en Rusia, pese a su despenalización, y en Rumania, donde 60 personas están presas por sus tendencias sexuales. También anunció presiones ante la Unión Europea por la igualdad laboral con los heterosexuales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de diciembre de 1993