Como cualquier otro deporte, el golf puede ser relajante o puede no serlo. Depende, claro, de cómo se lo tome cada cual. En el caso de Miguel Induráin y Pedro Delgado, a juzgar por la fotografía, debió de ser muy placentero. Los dos ciclistas del equipo Banesto se tomaron unas horas de descanso en su concentración, almeriense para comprobar por sí mismos lo costoso que resulta introducir la pelotita en un hoyo tan diminuto. Al parecer, se inflaron a dar golpes, pero se divirtieron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de enero de 1994