Arsenio Lope Huerta se desplazó ayer desde su despacho en la Delegación del Gobierno hasta el del presidente de la Asamblea de Madrid, Pedro Díez, para explicarle el suceso ocurrido el pasado miércoles cuando dos policías registraron la sede de los grupos políticos con representación en el Parlamento regional.Los policías, sin embargo, sólo tuvieron acceso a los locales utilizados por los parlamentarios de IU y a los del PP. La portavoz adjunta del PSOE, Dolores García Hierro, les impidió la entrada a la sede socialista.
El presidente dé la Asamblea, Pedro Díez, se quedó "satisfecho" tras la conversación con el delegado. Díez, en cualquier caso, espera -como los partidos políticos inspeccionados- el informe que Lope Huerta se ha comprometido a enviar por escrito del incidente.
Lope Huerta achacó la actuación de los policías a "un exceso de celo", según informa Europa Press. El delegado del Gobierno anunció que la Jefatura Superior de Policía había abierto una investigación interna para aclarar definitivamente lo sucedido.
El delegado acudió acompañado del comisario jefe de este departamento, Manuel García Linarejos. Lope Huerta se mostró esperanzado con que esa investigación, en cualquier caso, no llegue a determinar la necesidad de sancionar a los agentes.
El delegado detalló a Pedro Díez el origen de la intervención policial. Los agentes, además, no pertenecen al departamento de investigación, sino a los especialistas en desactivación de explosivos y tenían como cometido revisar la sede del Servicio de Arbitraje, Mediación y Conciliación de Trabajo, situada dos plantas por debajo de los locales donde se albergan los partidos políticos. Los policías entendieron, según Lope Huerta, que no bastaba con inspeccionar las oficinas de la Delegación de Trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 1994