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Los malos tratos bloquearon el proceso

Luis Moreno Ramago y Raquel García Aranz huyeron del País Vasco en enero de 1992, a raíz de la detención de los presuntos etarras Juan Ramón Rojo y Kepa Urra, integrantes del comando Vizcaya. Las fuerzas de seguridad españolas consideran que Moreno y García no participaron directamente en la comisión de atentados, si bien prestaron cobertura al comando Vizcaya.

El magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno cursó al Ministerio de Justicia la petición de extradición tras la declaración de Rojo y Urra. El 14 de junio de 1993, los dos presuntos terroristas, buscados por la Interpol, fueron detenidos por efectivos de la gendarmería belga en Vilvorde, localidad situada a unos 20 kilómetros al norte de Bruselas. Los detenidos solicitaron que se les concediera asilo político en Bélgica.

Pese a la petición de extradición cursada por el Gobierno español, el Tribunal de Primera Instancia de Bélgica puso en libertad a los dos encausados el 8 de diciembre de 1993, aunque no se pronunció sobre el fondo de la cuestión.

No obstante, tuvo en consideración las alegaciones de la defensa de los presuntos etarras, en las que se afirmaba que las acusaciones contra Luis Moreno y Raquel García obtenidas por la policía española fueron conseguidas mediante "malos tratos" durante el interrogatorio de Juan Ramón Rojo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 1994