El presunto pago de 1.000 millones de liras (unos 80 millones de pesetas) que el grupo Ferruzzi habría realizado a finales de los años ochenta a favor del entonces Partido Comunista de Italia (PCI), antecesor del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), quedó ayer sin ser aclarado durante el primer testimonio judicial de Sergio Cusani. El financiero Cusani es el único procesado en el gran juicio por corrupción que se celebra en Milán desde hace ya tres meses.
La historia de esa presunta comisión, paradójicamente relacionada con la obtención por Ferruzzi de unas desgravaciones fiscales que encontraron siempre la oposición del PCI, fue expuesta a retazos por Carlo Sama, cuñado del difunto Raúl Gardini y ex consejero de Ferruzzi.Sama declaró hace tres semanas que el pago al PCI le fue confirmado por el procesado Cusani, quien, añadió, viajó a Roma con dos representantes comunistas en un avión de Gardini para hacerlo efectivo.
Cusani confirmó haber llevado a Roma en avión 1.000 millones de liras que, asegura, Gardini le dijo que eran para la oposición. Pero no pudo recordar la fecha aproximada del viaje ni pudo precisar si le acompañó algún miembro del PCI. El asunto queda así desdibujado entre las declaraciones no coincidentes de Sama y Cusani, sin un beneficiario concreto y sin la confirmación del principal testigo -Gardini-, que ha muerto.
Toda la declaración de Cusan¡ resultó decepcionante, ya que este financiero, próximo al ex líder socialista Bettino Craxi, no aportó nada a lo ya sabido a través de su proceso. Cusan¡ confirmó, por ejemplo, que el neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) había pedido dinero al ex director de Montedison Sergio Cragnotti, hoy procesado.
Sobre el tránsito de fondos negros de Ferruzzi a través del Instituto para Obras de Religión (IOR), el llamado Banco del Papa, Cusani dijo que se pagó una comisión de 7.000 millones de liras, de los que 3.000 fueron en concepto de "beneficiencia".
El PDS respondió ayer que la declaración de Cusani estaba llena de "acusaciones genéricas, indemostrables y, sobre todo, falsas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 1994