Siguen apareciendo noticias sobre la prohibición de fumar en el metro de Madrid y de las multas correspondientes. Sin embargo, parece una situación kafkiana: nadie hace caso. Lo mismo ocurre con otros sitios: hospitales, ascensores, farmacias, gimnasios... ¿Sobran los cartelitos o sobran los fumadores incontrolados e incontrolables?Hace algunos meses estuve en Londres y allí sí se respeta. Pero la mala educación española es ya proverbial. Por supuesto que hay problemas más graves, pero éste es un indicativo de nuestra indisciplina y falta de respeto. ¿No les parece? Y así nos luce el pelo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de marzo de 1994