José Antonio M. H., de 21 años, vendía en su puesto de El Rastro pedruscos de alta tecnología de 20.000 pesetas. El boyante negocio fue desmantelado el pasado domingo a las once de la mañana por dos agentes de la Policía Municipal que al investigar la mercancía de José Antonio descubrieron la estafa: el denominado timo del piedrasonic. Una modalidad que ha vuelto a irrumpir en el populoso mercado de los domingos.José Antonio M. H. ofrecía en su puesto, instalado en la calle de Carlos Amiches, cámaras de vídeo de última hora. Una era visible, las otras venían envueltas. Los paquetes, sin embargo, sólo ocultaban piedras, papeles y trapos viejos. El detenido fue conducido a la comisaría de Arganzuela.
El 1 de mayo, la Policía Municipal detuvo en la calle de Mira el Río Alto a otro hombre -Rafael H. S., de 22 años- por idéntico motivo.Estos casos anuncian el rebrote de un timo, de enorme simplicidad, que la policía consideraba erradicado de los mercados madrileños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 1994