Su logo es una calavera tuerta. Globos blancos y azules, banderas, cencerros y bombos constituyen sus armas. El traje de los domingos: gorrita, bufanda y camiseta pepineras. El alcohol, su único carburante.Los miembros de la peña El Muro Hevan la cara marcada con los colores del club y nunca se cansan de animar. Cuando ven que el equipo decae, que se relaja, levantan el estadio al grito de "Lega, Lega".
El entrenador, Luis Ángel Duque, decidió rendirles homenaje en el día de gloria. Al iniciar la vuelta al ruedo se fue directo a saludarles. Son de los que nunca fallan y Duque está hecho de la misma pasta. "Está loco el Duque, se va con los de la peña El Muro", decía un joven aficionado cuando vio que el técnico pepinero corría hacia el lugar en que habitualmente se ubica esta peña.
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Los de El Muro tienen un sitio fijo en el campo: a la derecha del palco, cerca de una de las esquinas del Municipal. Allí instalan su bandera y montan la fiesta. Detrás suyo, en un pasillo que rodea el estadio, suelen improvisar un urinario del que son los más fieles usuarios. Cuestión de evitar las colas insoportables que se producen en los servicio ad hoc.
Fueron protagonistas del incidente más grave de la temporada. Ver el partido Leganés-Betis, declarado de alto riesgo. La dotación policial fue muy superior a otras ocasiones: había un policía en cada rincón del estadio.
Uno de los seguidores de El Muro se encaramó a una valla, como cualquier domingo. Pero el policía nacional de turno, decidió que semejante infracción merecía castigo. Le soItó un porrazo impresionante en la oca y el chaval empezó a sangrar copiosamente. El incidente disparó los ánimos y la cosa se puso caliente. Empezaron a llegar los ultras de todas las zonas del estadio mientras los policías formaban un muro humano. Los de la peña gritaban enloquecidos. En general, no suelen ser violentos. Sólo ruidosos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 1994